El Ubuntu es posible. Lo viví.

en July 17, 2025

6 días que me hicieron confundir si estaba en el cielo… o aún aquí.

Estuve en Getaria, en el norte de España, compartiendo con 60 personas de más de 15 nacionalidades. Algunos venían de vivir en la calle. Otros son parte del programa Baobab, una red de casas de acogida de los jesuitas para jóvenes en proceso migratorio.
También había voluntarios y familias.

Y desde el primer momento… apareció el Ubuntu.

Hoy, desde ese deseo de seguir compartiendo lo que mueve mi corazón, quiero dejarte un pedacito de lo vivido: el texto de Aboubacar, uno de los chicos del programa, que comparte lo que fueron estas vacaciones para él (y para mi también)

Es puro corazón. Pura humanidad!


- Por mi amigo Abuba - 

¡Viva Baobab!
Damos gracias a Dios por habernos dado una familia como vosotros. Quisisteis hacernos felices, ¡y lo conseguisteis! Fuimos todos felices. Nuestras vacaciones en Getaria no fueron unas simples vacaciones, sino el encuentro de personas que vinieron a vuestra casa en busca de una sonrisa, logrando que nos olvidáramos de los altibajos de la vida.
En Getaria nos reuníamos siempre para comer en familia y os aseguro que solo vi rostros contentos. Cantamos y bailamos juntos, como niños en el recreo, poniendo ritmo a nuestras canciones con tambores después de comer.
Tuvimos la suerte de visitar el museo de Balenciaga, la marca que honra a un español de Getaria, Cristóbal Balenciaga Eizaguirre, un señor que supo inscribir su nombre en la historia de la moda. También exploramos la ciudad natal del héroe español Juan Sebastián Elcano, reconocido como el primer hombre que dio la vuelta al mundo por mar.
Estuvimos en una de sus playas más bonitas. Nadamos —incluso los que, como yo, no sabíamos—, jugamos al fútbol, al voleibol y hasta nos lanzamos agua unos a otros. Fue divertidísimo. Aprendimos a saludar en euskera diciendo aupa. Pude hablar con todo el mundo como si nos conociéramos de toda la vida. Después de los juegos, nos parábamos, todavía mojados, a tomar algo en el «chiringuito», aquel pequeño bar a orillas de la playa.
Subimos a la montaña, al monte de El Ratón de Getaria, mientras algunos aprovechaban para visitar otros rincones de Gipuzkoa. En todo momento, estuvimos acompañados por los tutores, como padres que vigilan y protegen a sus hijos en la playa. Compartimos dos días maravillosos con los que vinieron desde Madrid solo para decirnos que estamos juntos, y por las noches, nos compraban helados.

¿Creeríais si os digo que pudimos vivir todas estas historias en solo seis días? Pues sí, así fueron nuestras vacaciones en Getaria: inolvidables y todo un éxito.
¡Viva Baobab! Y gracias a todas las personas que hicieron de estas vacaciones un encuentro familiar.
Inshallah, os estaremos siempre agradecidos; a vosotros, que compartís vuestro tiempo entre nosotros y vuestras pequeñas familias a pesar del cansancio del trabajo; a vosotros, que ocultáis vuestros problemas para venir a hacernos felices. Gracias a los voluntarios por habernos cocinado como auténticos profesionales. Gracias por la confianza, por el humanismo. ¡Gracias, España, por la hospitalidad! ¡Gracias al pueblo español por tendernos la mano!
¡Guau! ¡Qué magníficas vacaciones en Getaria!
Bravo, Leo, por haberme inspirado para este texto.

Aboubacar Konaté

Gracias por estar al otro lado de estas palabras.
Gracias por hacer que Vive Ubuntu no sea solo un nombre, sino una forma de mirar, de sentir, de vivir.
Ojalá todo lo que hagamos, desde las cartas hasta las experiencias, nos siga recordando que estamos hechos para encontrarnos.

Y que, como dijo Buba, el Ubuntu es lo que puede salvarnos como humanidad.

Con el corazón ensanchado,
Cata 💛
Vive Ubuntu
¡Conectar es Urgente!